10 May 2022

Pablo, Mamás, y Ministerio

selective focus photography of woman carrying baby
Por Dr. J. Alberto Paredes

El trabajo de una madre es difícil de describir. En ocasiones la hace de maestra, enseñando a los hijos sus primeras palabras; de entrenadora acompañándolos desde sus primeros pasos hasta sus juegos de fútbol o combates en artes marciales. Como enfermera o médico, parece tener guardia todos los días, veinticuatro horas. Es nutricionista, chef, y mesera al mismo tiempo. Es muy probablemente el trabajo más desgastante. Definitivamente, un trabajo caracterizado por el servicio. Pero, al mismo tiempo, es un trabajo caracterizado por el amor.

En su primera carta a los Tesalonicenses, Pablo se encuentra defendiendo su ministerio apostólico. Para esto, su argumento usa una serie de contrastes. Él habla de lo que su ministerio no es, y de lo que su ministerio es en cambio. Muchos (yo incluido) encuentran muy interesante que, al estar describiendo su ministerio, el termina por compararlo con la labor de una madre con sus infantes. Hoy, como una forma de honrar a las madres, me gustaría tomar esta analogía, y compartir seis verdades acerca de la labor de las madres.

Madre, Tu Ministerio No es en Vano

Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no fue en vano, sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como sabéis, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablaros el evangelio de Dios en medio de mucha oposición. 

1 Tesalonicenses 2:1-2

Pablo comienza su defensa apostólica explicando que el haber estado con la iglesia en Tesalónica no fue en vano. La razón es precisamente que, en aquel tiempo, Pablo llevó el evangelio a esa región. Sin embargo, Pablo no se queda allí. Él le recuerda a la iglesia en Tesalónica algo importante: el compartir el evangelio tuvo un precio. Pablo les recuerda que su visita para compartir el evangelio de Jesús tuvo lugar después de haber sufrido y de haber sido maltratados en Filipos (Hec 16:11-40). Después, en Tesalónica, también encontraron mucha oposición (Hec 17:1-15). 

Mamá, en la medida que tu ministerio para con tus hijos se centre en llevarles el evangelio, recuerda que todo lo que has hecho, haces, y harás, ¡no será en vano! Ciertamente, habrá oposición. Habrá temporadas más difíciles que otras. Habrá presión del mundo para no criar a tus hijos como la Palabra manda. Pero Dios puede proveer el valor necesario para continuar compartiendo el evangelio a tus hijos, en palabra y con tu forma de vida. ¿Cómo es que Pablo tuvo el valor de continuar compartiendo el evangelio en medio de circunstancias tan difíciles? 

Madre, Tu Ministerio Viene de Dios

Pues nuestra exhortación no procede de error ni de impureza ni es con engaño; sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio…

1 Tesalonicenses 2:3-4a

Una razón por la que Pablo pudo permanecer firme en el ministerio que el Señor le había dado para con la iglesia fue precisamente considerar el origen de su ministerio. Pablo le recuerda a la iglesia en Tesalónica que su ministerio no procede del error, de impureza, ni es con engaño. Más bien, el Señor ha aprobado su ministerio para cuidar de sus hijos en la fe. Dios le ha confiado a Pablo el evangelio para compartir con los miembros de esta congregación. En otras palabras, la seguridad de Pablo no está en sí mismo, ni en la congregación a la que tanto ama; sino en el Dios que es la fuente del evangelio que se le ha dado a compartir. 

Mamá, en las temporadas difíciles, cuando no desees la carga que viene con la bendición, recuerda esto: tu ministerio procede de Dios. El Señor te ha confiado a ti el evangelio para compartir con tus hijos. Y la seguridad de este ministerio está en Dios mismo. Tu trabajo es ser fiel, y la promesa del Señor es preservar a los tuyos (Deu 7:9). 

Madre, Tu Labor es para Dios

…así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones. 

1 Tesalonicenses 2:4b

Pablo continúa explicando que este ministerio de exhortación en el evangelio no sólo viene de Dios, sino que es para Dios. El texto bíblico es bastante claro. El mensaje del evangelio no es para complacer a los hombres. El mensaje que Pablo comparte es para agradar al Señor. Así pues, Dios no solo es la fuente del ministerio, sino también el objeto y el fin. 

Mamá, si bien tus hijos se benefician de tu labor como Madre, el principal objetivo de tu ministerio para con ellos es agradar a Dios. Ciertamente ellos no agradecerán una nalgada en su niñez. Probablemente no aprecien tus límites en su adolescencia. Quizá no les agrade tu consejo y sabiduría cuando son adultos. Esto puede ser triste, y es bueno orar para que el Señor ilumine sus corazones y puedan apreciar esa labor. Pero más importante es recordar que tu fidelidad en ser mamá es agradable al Señor. 

Madre, Tu Actitud es Ejemplar

Porque como sabéis, nunca fuimos a vosotros con palabras lisonjeras, ni con pretexto para lucrar, Dios es testigo, ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad.  Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, comouna madre que cría con ternura a sus propios hijos. 

1 Tesalonicenses 2:5-7

Después de considerar la fuente y propósito del ministerio en Tesalónica, Pablo continúa describiendo este ministerio. Él recuerda a la iglesia en Tesalónica que este ministerio no viene de una actitud que se deja llevar por falsos elogios, la avaricia, o vanagloria. El contraste que hace es sorprendente (y es el motivo de este breve artículo). La actitud con la que Pablo ministró a esta iglesia es una caracterizada por la gentileza, como una Madre que amamanta con ternura a su bebé. ¡Qué imagen! Dos cosas son de llamar la atención aquí. Primero, la palabra que se usa para madre es más frecuente usada para nodriza. Aquella mujer que alimenta a un niño que originalmente no es suyo. Por otro lado, la palabra para hijos es bastante común. Además, el énfasis está en que esta mujer ha visto a estos hijos como propios. Esto nos da una imagen de una madre que ha decidido adoptar a un bebé; una madre que ha tomado a un bebé para nutrirlo de su propio pecho. Esta es la imagen que Pablo utiliza para consumar la explicación de su ministerio. Esto nos dice mucho del ministerio de Pablo, pero al mismo tiempo nos dice mucho sobre la labor de una madre. 

Mamá, tu ministerio es ejemplar. Tu vida es ejemplar. Tu gentileza es ejemplar, siempre que estén centrados en Cristo. Esto es cierto no sólo de aquellas madres que crían a hijos biológicos, sino de aquellas que crían a hijos adoptivos, y aún de aquellas que vierten sus vidas en hijos e hijas en la fe. Es interesante cómo Pablo es capaz de utilizar estos ejemplos de padres y madres sin jamás haber tenido hijos propios. Y, sin embargo, el reconoce haber tenido hijos en la fe. Mamá, tu labor está siendo usada por el apóstol Pablo como una imagen de su propio ministerio debido a la gentileza inherente en ella. ¿Cómo eso puede informar tu maternidad?

Madre, Tu Labor Apunta a Cristo

Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas…

1 Tesalonicenses 2:8a

Hemos hablado en gran parte del ministerio de Pablo como uno caracterizado por el evangelio que él comparte. Definitivamente, su ministerio no puede ser menos que eso, pero sí más. Pablo, después de comparar su ministerio con la labor de una Madre criando a su bebé, le recuerda a la iglesia que no simplemente les impartieron el evangelio, sino que se dieron a ellos mismos.

Cuando mi esposa dio a luz a nuestra primera hija, los días, semanas, y meses que vinieron después fueron tremendamente difíciles (para todos, pero en especial) para ella. Nuestra bebé, tuvo algunos problemas que la llevaron a estar hospitalizada pocos días después de haber nacido, y a necesitar terapia especial por un tiempo al ser dada de alta. Mi esposa tuvo más consecuencias físicas de su parto que la mujer promedio. Su cuerpo tardó meses en recuperarse de un parto natural. Su alma estaba lastimada de cargar con el cansancio normal de una bebé mas una recuperación mucho más larga de lo normal. Ella no sólo le dio leche a nuestra bebé. Se entregó a sí misma. 

La razón por la que Pablo usa la maternidad para hablar de su ministerio es porque la maternidad es una preciosa imagen del evangelio. No hay amor más grande que dar la vida por aquellos amados (Jn 15:13). Y una madre puede entender de forma especial lo que significa entregar la vida por sus hijos.

Madre, Tu Labor Proviene del Amor y Ese Amor Proviene de Dios

…pues llegasteis a sernos muy amados.

1 Tesalonicenses 2:8b

Finalmente, la explicación que Pablo da por la que llevó el evangelio y se entregó a él mismo por la iglesia en Tesalónica es el amor. Las personas en la iglesia fueron hechas el objeto del amor de Pablo. Una nota interesante en el texto original es que el verbo ser se encuentra en una voz pasiva. En otras palabras, sería algo así como: “…ustedes fueron hechos amados para nosotros”. Quizá la pregunta inmediata sea: ¿quién hizo que Pablo pudiera amar a la iglesia? ¿Quién los hizo amados para Pablo? Dios lo hizo. 

Mamá, el amor que viene de Dios permite que nos amemos unos a otros (1 Jn 4:7-12). Este amor permitió que Pablo ame a su iglesia, y te permite también a ti amar a tus hijos. Esto es importante en los momentos difíciles. Sí, habrá momentos en los que amar a quien no te deja dormir, a quien tomó tu maquillaje para hacer arte en el sofá (historia real), o a quien constantemente desafía tu autoridad será difícil. Pero, siendo que el amor con el que amamos a los hijos viene de Dios, siempre podemos orar. Podemos pedir que el Señor nos dé más de su amor para amar mejor a nuestros hijos. Podemos recordar el amor con el que Cristo nos ha amado, y amar así a nuestros pequeños difíciles, o a nuestros adultos pródigos.

Permítanme finalizar con palabras de ánimo para tres grupos de personas. Primero, mamás: de nueva cuenta, su ministerio no es en vano. Gracias por ser un ejemplo de amor, gentileza, y sacrificio para la iglesia. Sigan centrando este ministerio en el evangelio, y el Señor lo recompensará. Pastores: estén atentos a sus esposas y otras madres en la congregación (biológicas, adoptivas, y espirituales). Si la labor de una madre fue suficiente para que Pablo la utilizara como imagen de su ministerio, abramos los ojos a lo que el Señor nos está mostrando a partir de cómo buenas madres están fielmente sirviendo a Dios al amar a sus hijos. Finalmente, el ánimo es para el resto de nosotros (¡Los padres no se salvan! Después Pablo también usará el ejemplo de paternidad [1 Tes 2:11-12]). Cada uno de nosotros, padre o no, joven, niño, o adulto, estamos llamados a ser imitadores de aquellos que hacen lo que agrada al Señor (1 Co 11:1; Fil 3:17; 1 Tes 1:6;). Para esto, las madres piadosas son un gran ejemplo a seguir. A ellas, ¡feliz día!

Médico graduado de la Universidad Anáhuac Mayab. Director y Fundador de Enviados México. Maestro en Divinidad y Maestro en Estudios Teológicos, y por el Seminario Teológico Reformado de Charlotte, Carolina del Norte. Autor del libro «Santa Cena Virtual». Ha publicado entradas en otros ministerios como Dios es Santo; y artículos oficiales en el Christian Research Institute. Pasión creciente por la Palabra, y pasión por Latinoamérica.

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