El período de tranquilidad y estabilidad que la Iglesia y el Estado romano gozaron durante el cuarto siglo eventualmente llegaría a su fin con las invasiones de los “bárbaros”, pueblos germánicos que invadieron el Imperio asentándose en sus territorios.
¿Quiénes eran estos pueblos?
Del otro lado de las fronteras del Rin y del Danubio había una multitud de pueblos prontos a irrumpir hacia los territorios romanizados. Estos pueblos, a quienes los romanos, siguiendo el ejemplo de los griegos, llamaban “bárbaros”, habían habitado los bosques y las estepas de la Europa oriental durante siglos.
Desde sus mismos inicios el Imperio Romano se había visto en la necesidad constante de proteger sus fronteras contra las incursiones de los bárbaros. Para ello se construyeron fortificaciones a lo largo del Rin y del Danubio, y en la Gran Bretaña se construyó una muralla que separaba los territorios romanizados de los que aún quedaban en manos de los bárbaros. Y con el fin de hacer viable la defensa, se hicieron también repartos de tierras entre los soldados, que en calidad de colonos vivían en ellas, a condición de acudir al campo de batalla en caso necesario.
De este modo el Imperio Romano pudo defender sus fronteras hasta mediados del siglo IV. Pero a partir de entonces, su defensa se hizo cada vez más débil, hasta que por fin toda la porción occidental del Imperio sucumbió ante la presión de los invasores.
Las invasiones germánicas
Algunos de estos pueblos se introdujeron en el Imperio por la fuerza, mientras que otros fueron invitados como aliados o como colonos. El resultado fue que, en el Occidente, el Imperio se fue llenando de una serie de reinos bárbaros que, aunque solían decían ser parte del Imperio, en realidad eran independientes. A continuación los principales pueblos invasores.
- Los vándalos. Después de invadir a España, los vándalos decidieron continuar su recorrido estableciendo su reino en el norte de África. Desde allí condujeron ataques a otras partes del Imperio, incluso a la propia ciudad de Roma, que fue saqueada por ellos en el año 455 d.C. Los vándalos eran arrianos, y persiguieron a los cristianos ortodoxos. Su reino desapareció cuando los bizantinos (i.e. el Imperio Romano de Oriente) conquistaron la región en el año 533 d.C.
- Los visigodos. El principal pueblo germano que se asentó en España fue el de los visigodos, quienes establecieron su capital en Toledo. Estos también eran arrianos y algunos de sus reyes persiguieron a los cristianos ortodoxos. Pero en el 589 d.C. el rey godo Recaredo se hizo ortodoxo llegando así el fin de dicha persecutorio. El reino visigodo desapareció cuando los moros invadieron España y derrotaron a Rodrigo, el último rey godo.
- Los francos. En la Galia se establecieron, entre otros pueblos, los francos, en cuyo honor la región se llama hoy “Francia”. Al llegar a Galia, los francos eran paganos, pero pronto el impacto de los cristianos conquistados se hizo sentir entre ellos, y en el 496 d.C. el rey Clodoveo recibió el bautismo, y tras él buena parte de sus súbditos. Fueron los francos quienes por fin detuvieron el avance del Islam en la batalla de Tours o Poitiers en el año 732 d.C.
- Los anglos y los sajones. En la porción romanizada de la Gran Bretaña, lo que hoy conocemos como Inglaterra, se establecieron los anglos y los sajones, quienes se organizaron en siete reinos: Kent, Essex, Sussex, Anglia Oriental, Wessex, Northumbria y Mercia. Con el paso del tiempo, estos siete reinos fueron evangelizados por misioneros de Irlanda y de otras partes del continente europeo dando como resultado la conversión al cristianismo de muchos anglos y sajones.
- Los ostrogodos y lombardos. Italia fue invadida por varios pueblos germanos. Por ejemplo, quien depuso al último emperador romano en el año 476 d.C. fue el hérulo Odoacro. Pero pronto los hérulos fueron suplantados por los ostrogodos. Puesto que éstos eran arrianos, los ortodoxos sufrieron bajo su gobierno. Poco después (562 d.C.) los bizantinos derrotaron a los ostrogodos. Pero su régimen fue breve, pues en el 568 d.C. los lombardos invadieron el país. Esto hizo que los papas acudieran a los francos en busca de apoyo, y fue una de las causas de la alianza entre el papado y los reyes francos.
Como podemos ver, las invasiones germánicas arrasaron con gran parte del Imperio Occidental de Roma. Pero, ¿qué efectos trajo todo esto a la Iglesia? En el siguiente articulo veremos las consecuencias que tuvieron estas invasiones sobre la cristiandad.
Refencias
González, J.L. (1995). Bosquejo de Historia de La Iglesia. Decatur, GA: Asociación para la Educación Teológica Hispana.