18 Feb 2020

Hermenéutica bíblica (Apocalipsis II)

Por Pbro. Luis García

En el artículo anterior vimos algunos aspectos generales del libro de Apocalipsis y terminamos diciendo que, si queremos interpretar correctamente Apocalipsis necesitamos primero saber el propósito que autor (i.e. el apóstol Juan) tenía para escribir esta profecía.

En este escrito veremos otras pautas que debemos considerar al estudiar este libro.

El intérprete debe conocer los métodos de interpretación que se han propuesto para el libro de Apocalipsis.

  • La escuela preterista enseña que los capítulos 6:1-18:24 se cumplieron en la caída de Jerusalén en el año 70 d.C. y/o en la caída del imperio romano.
  • La escuela futurista enseña que los capítulos 6:1-18:24 se cumplirán en el futuro, poco antes de la segunda venida de Cristo.
  • La escuela histórica enseña que capítulos 6:1-18:24 ofrecen un bosquejo cronológico del curso de la historia de la iglesia.
  • La escuela idealista enseña que capítulos 6:1-18:24 nos presentan escenas, no de eventos específicos sino de principios de guerra espiritual y verdades teológicas. Estos principios están en operación durante toda la era de la iglesia y tienden a repetirse.
  • Por ejemplo, Apocalipsis 13:1-8, que trata sobre la bestia recibe las siguientes interpretaciones:
    • La escuela preterista cree que se refiere a la persecución que sufrieron los cristianos bajo el imperio romano.
    • La escuela futurista cree que se refiere a un futuro anticristo.
    • La escuela histórica cree que era una imagen del papa que estuvo en contra de la reforma protestante del siglo 16.
    • La escuela idealista cree que es cualquier tipo de persecución que se levanta contra la iglesia en cualquier momento.
  • ¿Cuál de estas cuatro es la correcta? El erudito en Nuevo Testamento, Vern Poythress menciona que una combinación de estas es la mejor manera de interpretar este libro. Es decir, hay un cumplimiento preterista, (del tiempo cuando se escribió el libro), futurista (cerca de la venida de Cristo) e idealista (cumplimiento en nuestro tiempo presente).

Otro principio que se debe considerar al estudiar Apocalipsis es el tener un bosquejo general del libro, el cuan consta de siete secciones principales:

  • Estas siete secciones cubren todo el periodo entre la primera y segunda venida de Cristo, hablan sobre lo que sucederá mientras esperamos la segunda venida. Y lo hacen de manera paralela. Es decir, existe un paralelismo progresivo en estas siete secciones. Lo que significa que cada sección hace, en esencia, lo mismo; cada una nos da un vistazo de la segunda venida; son múltiples perspectivas del fin del mundo.
  • Esto implica que el libro de Apocalipsis no es cronológico, sino cíclico ya que recapitula, siete veces, pero de distintas maneras el periodo entre la primera y segunda venida de Jesucristo.
  • Por último, cada vez que se recapitula se añaden más detalles, se vuelve más intenso el drama. En palabras Kistemaker, “la unidad del libro de Juan, pues, no es ni cronológica ni aritmética, sino artística, como la de un tema musical con variaciones, cada variación agregando algo nuevo al significado de toda la composición. Este es el único punto de vista que reconoce adecuadamente el doble hecho de que cada nueva serie de visiones por un lado recapitula y por el otro desarrolla los temas ya formulados en lo que antecede”.
  • Las secciones son las siguientes:
    • Las siete iglesias (1:1-3:22)
    • Los siete sellos (4:1-8:1)
    • Las siete trompetas (8:2-11:19)
    • Aspectos de guerra y salvación (12:1–14:20)
    • Siete copas de juicio (15:1–16:21)
    • Victoria para Cristo (17:1–19:21)
    • Cielo nuevo y tierra nueva (20:1–22:21)

En relación con el simbolismo, que es la parte más difícil exegéticamente hablando, el intérprete debe considerar las siguientes pautas.

  • La fuente principal de las imágenes o símbolos que el apóstol Juan usa es el Antiguo Testamento. Por lo tanto, “una buena exégesis de Apocalipsis requiere que se esté siempre consciente de estos ecos del Antiguo Testamento, pues en la gran mayoría de los casos, el contexto de estos ecos en el Antiguo Testamento le da las claves sobre cómo Juan intenta que se comprendan sus imágenes y representaciones” (Fee y Stuart).
  • Cuando Juan intérprete sus imágenes, debemos abrazar firmemente esas interpretaciones, las cuales nos servirán como punto de partida para comprender otras imágenes (1:13, 20, 12:9; 17:9, 18).

Teniendo estos principios básicos podremos entender con mayor precisión el último libro del apóstol Juan, el Apocalipsis.

Licenciado en Sagrada Teología del Seminario Teológico Presbiteriano San Pablo de Merida, Yucatan y profesor del mismo desde el 2015 en las areas de Biblia y Teología. Pastor ordenado por la Iglesia Nacional Presbiteriana de Mexico desde el 2015 y autor del libro Post tenebras, lux: Recobrando la doctrina reformada. Puedes seguir su contenido en https://www.facebook.com/SoliDeoGloria8/

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