14 Abr 2020

¿Por Qué Adorar en Familia?

Por Dr. J. Alberto Paredes

¿Por Qué Tener Momentos de Adoración Familiar?

En el artículo anterior, vimos qué es la Adoración Familiar y explicamos que es una forma de cumplir el mandato bíblico de guiar a nuestra familia en el temor del Señor.

Existe una cantidad abrumadora de razones prácticas por las cuales debemos optar por iniciar la disciplina de la Adoración Familiar. Sin embargo, para no prolongar el artículo, expliquemos cuatro razones principales.

  1. Promueven la piedad en el hogar. Todas las familias tienen problemas. El pecado permea en ellas y nuestras propias pasiones dan pie a pleitos, insultos, rebeldías, faltas a la autoridad, falta de contentamiento, desobediencia, etcétera. Sin embargo, todos estos pecados encuentran una barrera para progresar no sólo en nuestros tiempos de devoción personal y comunitaria, sino en nuestro tiempo de Adoración Familiar. Esta dicsiplina provee un ambiente idóneo para combatir el pecado que a diario lucha por crecer entre nosotros. Orando juntos, unos por otros, confesando al Señor nuestro pecado, recordándonos el evangelio, la familia entera busca la santidad, y mejora en su relación con Dios y sus semejantes.
  2. Expresamos de forma práctica nuestro interés por el bienestar eterno de nuestros seres queridos. Cuando preguntamos los deseos de los padres en cuanto a la formación académica de sus hijos, nadie responderá: “…de verdad espero que se salga de la escuela, no aprenda ningún oficio, y termine muerto de hambre.” Generalmente los padres tienen los mejores deseos para con la educación y el futuro de sus hijos. Desean que sean licenciados, médicos, ingenieros, maestros, etcétera. Pero no solo lo desean, sino que activamente buscan darles la mejor educación. ¡¿Cuánto más debería ser así cuando hablamos del futuro eterno de nuestra pareja o nuestros hijos?! Si bien no hay una forma de asegurar su futuro eterno, al involucrarnos en la disciplina de la Adoración Familiar, demostramos activamente que estamos interesados por el bienestar eterno de nuestros seres queridos. Podemos conocer mejor sus luchas, sus dones, sabemos mejor cómo orar por ellos, sabemos qué es lo que el evangelio necesita transformar en sus vidas.
  3. Mostramos nuestro deseo de que nuestra familia glorifique a Dios y se goce en Él. Como cristianos, es fácil muchas veces simplemente decir la respuesta correcta; sobretodo cuando la pregunta es ¿qué es lo más importante en tu vida? Sin embargo, la Adoración Familiar nos da la oportunidad de reflejar en la realidad lo que conocemos en nuestras mentes. No siempre nuestros hijos o nuestra pareja estará presente cuendo oramos por ellos en nuestro tiempo devocional personal. Pero en la Adoración Familiar, el padre puede mostrar con el ejemplo cómo se ve un hombre que verdaderamente pone a Dios en primer lugar, y además se goza en ello. Lo mismo puede hacer la esposa, al mostrar a su marido y a sus hijos que tomarse todas las molestias para que la familia se pueda reunir a leer la Palabra y orar, lejos de ser molesto, es un gozo que ella estará felizmente esperando cada semana.
  4. No hacerlo tiene consecuencias. Cuando las familias dejan de caminar con Dios, las consecuencias pueden ser catastróficas. Nada deja esto más claro que el libro de los Jueces. Para ponernos en contexto, y explicar mi punto brevemente; debemos recordar que el libro de Josué termina con éste personaje haciendo un pacto con el pueblo de Israel. De esta escena tenemos la famosísima frase “…pero yo y mi casa serviremos al Señor (Jos. 24:15)”. Esta era la generación que debía de tomar la tierra prometida; pero algo muy diferente sucede. Jueces 2 nos narra la muerte de Josué, y termina con esta terrible nota: Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel (Jue. 2:10)”. De ahí en adelante, el libro de los Jueces nos presenta al pueblo descendiendo cada vez más profundamente en su pecado. Y el libro termina con una nota de desorden y anarquía: “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía (Jue. 21:25)”. La generación que entró a la tierra prometida no continuó con el mandamiento de enseñar a las generaciones posteriores acerca del Dios que los libró de Egipto, y las siguientes generaciones se perdieron en pecado.

Por supuesto que existen muchas más ventajas de practicar esta disciplina, pero por el momento, reflexionemos en estas cuatro. En el siguiente artículo reflexionaremos sobre el cómo iniciar con esta práctica en tu hogar.

 

Médico graduado de la Universidad Anáhuac Mayab. Director y Fundador de Enviados México. Estudiante de Maestrías en Divinidades y en Estudios Teológicos del Seminario Teológico Reformado de Charlotte, Carolina del Norte. Ha publicado entradas en otros ministerios como Dios es Santo; y artículos oficiales en el Christian Research Institute. Pasión creciente por la Palabra, y pasión por su país. Promoviendo la Reforma en México, Por Su Gracia…Para su Gloria.

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