12 Nov 2019

Los Cánticos en la Adoración Pública IV

Por Pbro. Luis García

Pasemos al segundo pasaje del Nuevo Testamento que nos habla sobre los cánticos que la Iglesia debe entonar en su adoración a Dios. Y como veremos, es un pasaje paralelo al que exploramos en el artículo anterior.

Pablo escribe a los colosenses:

Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza:  instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón.

Colosenses 3:16

Ahora bien, los que creen en la Salmodia Exclusiva dirán que esas tres palabras “salmos”, “himnos” y “cánticos” son una referencia al libro de los Salmos[1]. Lo cual puede ser una posibilidad, sin embargo, prefiero no irme por esa opción por las siguientes razones:

  1. El N.T. nunca se refiere al Salterio entero usando la fórmula “salmos, himnos y cánticos espirituales.” De hecho, de las siete veces que aparece la palabra salmo (ψαλμός) en el N.T., el patrón que encontramos no es una triada, sino algo más específico para referirse a todo el Salterio. Por ejemplo, “pues el mismo David dice en el libro de los Salmos…” (Lc. 20:40), “porque está escrito en el libro de los Salmos…” (Hch. 1:20) y “era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lc. 24:44). Por consiguiente, si Pablo hubiera querido hacer referencia a todo el salterio en Efesios y Colosenses, hubiera empleado algo similar a lo que encontramos en Lucas y Hechos, y no una expresión desconocida como referencia al libro de los Salmos.
  2. Aunque es verdad que la palabra “himnos” (ὕμνος,) aparece en los Evangelios como referencia a una sección de los Salmos (Mt. 16:30), esto no significa que en cada mención de la palabra (Hch. 16:25; Efe. 5:19; Col. 3:16) automáticamente signifique alguna porción de los Salmos. Como dijimos antes, el contexto inmediato es lo que debe regir el significado de las palabras que se encuentren en determinado pasaje.
  3. El terminó “cántico” (ᾠδή) nunca aparece en el N.T. como referencia explícita o implícita al Salterio.
  4. Según algunos de la Salmodia Exclusiva, la fórmula “salmos, himnos y cánticos espirituales” es una forma literaria que el apóstol Pablo usa para hacer referencia a los títulos inspirados de los Salmos y por lo tanto, al Salterio como un todo. Esto suena muy interesante, sin embargo, es falso. ¿Por qué? Como se dijo al inicio, los títulos que aparecen en los Salmos no son inspirados. Por consiguiente, el principio de que la Escritura interpreta la Escritura no aplica aquí ya que esos títulos no son parte de las Escrituras.
  5. En relación con lo anterior, el Comentario sobre el uso del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento editado por G.K. Beale y D.A. Carson no muestra ninguna referencia o alusión de que esta triada paulina sea un término técnico para referirse exclusivamente al libro de Salmos. La razón es clara: ellos no consideran esta opción como viable o válida.
  6. Los “salmos, himnos y cánticos espirituales” pueden, en la sintaxis original ir con lo que precede, es decir, con los verbos instruir y aconsejar, haciendo que la traducción sea algo como “con toda sabiduría instrúyanse y aconséjense por medio de salmos, himnos y cánticos espirituales” o pueden ir con el siguiente participio que es “cantando.” Si se toma esta opción, el texto estaría haciendo referencia a tres actividades congregacionales en vez de dos y se leería algo así como “con toda sabiduría 1) instrúyanse y 2) aconséjense. 3) Con gratitud de corazón, canten salmos, himnos, y canticos espirituales a Dios.” Ahora bien, sea cual sea la opción sintáctica que tomemos (en lo particular prefiero la segunda ya que mantiene cierto paralelismo), existe una cláusula principal que gobierna cada una de esta dos o tres actividades congregacionales. La cláusula se encuentra al inicio del versículo 16, el cual dice: “Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza.” Con estas palabras, Pablo nos está indicando que el resultado visible de una iglesia llena del poder de la palabra de Cristo, (así como en el pasaje de Efesios lo hizo pero mencionando la llenura del Espíritu Santo), será una comunidad que enseñe, exhorte y cante en conformidad y sujeción a la palabra de Cristo. Como bien se ha dicho, “la palabra de Cristo vive en los cantos que la iglesia dirige a Dios, los cuales ensalzan de corazón su obra de salvación.”[2]Esto nos muestra, entonces, que el contenido de lo que podemos cantar a Dios va más allá de los salmos canónicos, pues la palabra acerca de Cristo, de acuerdo con Lucas 24:44, incluye también la Ley y los Profetas y por supuesto, el Nuevo Testamento. Una iglesia que alabe a Dios con esta riqueza de cánticos se edifica grandemente, “debido a que centran el interés en la palabra de Cristo que mora adentro.”[3]

Habiendo clarificado que esta fórmula no hace referencia exclusiva al libro de los Salmos, podemos entonces decir lo que significa cada uno de estos distintos términos litúrgicos. Y debido a que el contexto inmediato no nos dice nada para ayudarnos a diferenciar entre estas palabras griegas, utilizaremos uno de los mejores diccionarios del griego del N.T. al igual que al comentarista William Hendriksen. De acuerdo con Hendriksen “el término salmos se refiere, por lo menos principalmente, al salterio del Antiguo Testamento; himnos principalmente a las canciones del Nuevo Testamento que alaban a Dios o a Cristo”[4] y el diccionario nos clarifica que el vocablo cántico “no es una expresión de sentimiento o experiencia personal, sino una «palabra de Cristo» (Col. 3:16). Por eso habla acerca de Cristo, o de los actos salvíficos de Dios en él. Lo hace para la edificación más que para la evangelización”[5]

Como podemos ver, estos tres términos nos muestran la riqueza del cántico o expresión musical que había y debe haber en la adoración pública y privada de la Iglesia. La cual es similar, pero aún mejor que la que encontramos en el A.T.

Conclusión de los pasajes de Efesios y Colosenses

Con base en todo lo dicho podemos afirmar con gran seguridad que la voluntad de Dios para su Iglesia, tanto en la adoración privada como en culto público, es una alabanza motivada por una gozosa gratitud por la salvación y cuyo contenido debe ser los Salmos al igual que himnos y cánticos de composición humana que reflejen gloriosa y fielmente la palabra acerca de Cristo, es decir, toda la Escritura. Por esta razón, nos unimos al profesor Edmund Clowney quien dijo: “los dos pasajes…cuando se toman juntos describen la enseñanza, exhortación y la alabanza en cántico como el producto de la llenura del Espíritu Santo y de la morada abundante de la palabra de Cristo.”[6]

En el siguiente artículo concluiremos nuestra respuesta exegética en torno al tema de la Salmodia Exclusiva.


[1] El respetado teólogo reformado G. I. Williamson afirma esta postura cuando escribe: “Así como los mandamientos, los estatutos y los juicios son todos leyes divinas en el lenguaje de las Escrituras; así como los milagros, maravillas y signos son todos términos para las obras sobrenaturales de Dios en el lenguaje de las Escrituras; así entonces los salmos, himnos y canciones son las composiciones inspiradas del Salterio, en el lenguaje de la Escritura misma.”

[2] Kittel, G., Friedrich, G., & Bromiley, G. W. (2002). Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento (p. 1210). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

[3] Hendriksen, W. (2007). Comentario al Nuevo Testamento: Colosenses y Filemón (p. 190). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

[4] Hendriksen, W. (2007). Comentario al Nuevo Testamento: Colosenses y Filemón (p. 189). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

[5] Kittel, G., Friedrich, G., & Bromiley, G. W. (2002). Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento (p. 32). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

[6] Clowney, E. (1993). PRESBYTERIAN WORSHIP. En D.A. Carson (editor), Worship: Adoration and Action (p.118). Grand Rapids: Baker book House.

Licenciado en Sagrada Teología del Seminario Teológico Presbiteriano San Pablo de Merida, Yucatan y profesor del mismo desde el 2015 en las areas de Biblia y Teología. Pastor ordenado por la Iglesia Nacional Presbiteriana de Mexico desde el 2015 y autor del libro Post tenebras, lux: Recobrando la doctrina reformada. Puedes seguir su contenido en https://www.facebook.com/SoliDeoGloria8/

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