22 Jul 2022

Libros, ¿aun tienen lugar en la Iglesia? Una Entrevista a Eliud Bouchant

stack of hardbound books
Por Dr. J. Alberto Paredes

Eliud es un buen amigo personal y ha colaborado con Enviados anteriormente. Eliud ama la lectura, y es quizá uno de los que más fuertemente está luchando por regresar a la iglesia a una cultura de lectura y educación en el sureste de México. Como creyentes, la biblia nos llama a edificarnos unos a otros, y esta entrevista es una excelente oportunidad para ser edificado por nuestro hermano, Eliud Bouchant. No olvides llegar al final para saber como podemos orar y apoyar a nuestro hermano.

Comencemos por el principio. ¿Por qué no brevemente te presentas, a tu familia, y cómo llegaste al Señor? 

Mi nombre es Eliud Bouchant, tengo 30 años y llevo casi 15 años de conocer al Señor. Vengo de una familia evangélica, aunque no me considero en sí ‘de cuna cristiana’. En 2014 me casé con la mujer más extraordinaria que he conocido, Brenda, y tenemos dos hijos, Pablo y Josías. Vengo del contexto carismático. Conocí el evangelio en sus nociones más básicas en una congregación neo-pentecostal, sin embargo, aquella se fue degradando doctrinal y moralmente y, al paso de los años, me fue imposible seguir allí. Estando en ese lugar, por mi cuenta, conocí las doctrinas de la gracia. En gran parte fue lo que me ayudó a pasar del movimiento carismático a la iglesia reformada. Desde hace 7 años soy miembro de la Iglesia Bautista Luz y Vida, donde sirvo junto a mi esposa y estoy involucrado en la enseñanza.

¿Cómo y cuándo comenzó tu interés por los libros y la lectura, en especial la lectura de libros que ayudaran a informar tu fe?

Siempre me ha gustado leer. En mi niñez me gustaban las historietas, pero también la historia comenzó a ser un gusto cada vez más recurrente en mi adolescencia. Mi mamá trabajó un tiempo en una editorial y me regalaba pequeños libros que acumulé por un tiempo para ir leyendo. Leer después se convirtió en un gran placer por escribir. Entre mis 12 y 16 años de edad, llenaba libretas completas con historias que inventaba, sobre todo de ficción histórica. Mucho de lo que leía traduciría más tarde en escritos sobre varios temas. Para cuando llegué a la fe cristiana, mi pasión por la lectura creció y se diversificó. La Teología, Historia, Filosofía y Ciencias Políticas se han convertido en mis principales áreas de lectura, sin embargo, la Biblia es mi principal fuente de gozo al leer. 

Háblanos un poco sobre la importancia de una iglesia que lee. No me refiero solo a una iglesia local en particular. ¿Por qué es importante que en el cuerpo de Cristo exista una cultura de lectura?

En general, la gente no suele tener un gusto o hábito por la lectura. Tristemente, es algo cultural. Sin embargo, la iglesia no debe caer en esta tendencia. La iglesia es el pueblo del Libro, y como tal debe dirigir mucho de su esfuerzo en generar lectores ávidos por leer, comprender y vivir la Escritura. Además, hacerse de material que ayude a comprender el mensaje bíblico y articularlo de diferentes formas es de enorme importancia para la vida diaria, desde los negocios hasta la crianza de los hijos. Leer buenos libros, escritos por hombres y mujeres usados por Dios, ayuda a crecer y tener un panorama más amplio del que podríamos tendríamos de otro modo.

Sabemos que estás trabajando en una librería. ¿Cómo ésta experiencia ha sido de formación para tu vida cristiana?

En varios niveles. El principal, en la responsabilidad de llevar los mejores libros y los mejores autores al pueblo de Dios. No somos una iglesia, así que no nos limitamos a la confesión doctrinal que yo tengo, sin embargo, ofrecer libros dentro de la ortodoxia cristiana es algo vital en América Latina. Me siento responsable de amar a la iglesia de esta manera en particular, dándole recursos bíblicos a quienes los buscan. 

Otro aspecto es que por el gran flujo de personas que hemos conocido los últimos cinco años, he notado algunas necesidades de la iglesia en México (y quizá en América Latina): La urgencia de educación teológica, y la accesibilidad de libros cristianos en algunos lugares. Muchos hermanos nos han preguntado si sabemos de seminarios, institutos o escuelas de teología. Otros más que ya están en alguna institución, batallan con la cantidad de libros que pueden adquirir a pesar de necesitarlos. De igual manera, hermanos que nos han encontrado en redes sociales nos cuentan que llevan años buscando dónde adquirir material bíblico, o algunos títulos en particular. A pesar del alcance de las redes sociales o la tecnología, muchos no tienen a su alcance el material. Ambas cosas se han vuelto en motivos de oración, razones para formarme personalmente en la Palabra, y oportunidad de dirigir a hermanos y hermanas a lugares donde sean adiestrados. 

Desde la librería, estás en contacto con varias iglesias, varios cristianos, y de varias denominaciones. ¿Cuáles son tus observaciones sobre temas como la unidad de la iglesia, así como la diversidad de la misma, desde las distintas interacciones que has podido tener en esta empresa?

Aunque nuestro compromiso con la fe reformada y sectores vinculadas es evidente, hemos podido tener contacto con hermanos metodistas, pentecostales, presbiterianos, bautistas y de iglesias evangélicas, sin embargo, hemos notado que respecto al material que suelen buscar, no hay tanta diferencia. Muchos buscan temas de la vida cristiana en general, temas comunes de todo creyente. Aún en áreas teológicas, suelen no estar tan lejos. Claro que hemos vendido libros de teología explícitamente calvinista, o reformada, o bautista, pero casi nunca los compradores buscan material exclusivamente denominacional. 

Lo que vemos es que, por lo menos en los libros que suelen comprar, no hay tanta diferencia entre las denominaciones.

Desde la perspectiva empresarial, ¿cuáles son algunas lecciones que la librería te ha dejado? ¿Qué consejo le puedes dar a otros que están iniciando o pensando iniciar un negocio? 

Creo que podrían ser principalmente dos: Creer en lo que se vende, y ofrecerlo por la utilidad que tiene para la vida. Aunque los productos que ofrecemos son especiales por estar relacionados a la Palabra de Dios (y eso no debe olvidarse), en sí son eso: productos; los cuales se ponen a disposición de las personas. Con esto en mente debe recordarse que creemos que los libros, sobre todo los cristianos, tienen un valor enorme. Creemos que esto es verdad y lo ofrecemos creyendo en que lo que ofrecemos tiene un valor, no le inventamos un valor ni mucho menos engañamos a la gente sobre si lo que ofrecemos tiene esa importancia. Vinculado a esto, estoy convencido que se le debe hacer notar a la gente que los libros no son solo artículos ocasionales o de los que no se obtengan beneficios, o peor aún, que solo son para adornar la casa. Los libros contienen conocimiento que puede enraizarse en sus corazones y modelar nuestras vidas y familias. 

Sobre algún consejo, el primero sería que sepa de editoriales, autores y teología. Uno debe saber qué recomendarle y ofrecerle a la gente. Muchos compradores no tendrán claro qué querrán, o a veces buscarán opciones que no se tienen. Obtener pericia en ello es indispensable. Lo otro es que es un mercado difícil, con muchos retos y se debe ser paciente y perseverante.  

Hermano, te agradecemos mucho esta oportunidad. Por último, me gustaría preguntar de qué forma podemos estar orando por ti, y qué proyectos tienes por delante.

Lo más cercano que tenemos es una campaña de fondeo que iniciamos hace unas semanas y que está a punto de terminar. Los efectos económicos derivados de la pandemia nos descapitalizaron. El mercado se ha abierto más, pero ya no tenemos los recursos económicos para operar con tanta facilidad. Les pedimos oren para que esa campaña surta efecto, podamos obtener recursos y continuar.

Lo otro es que nos ayuden a llegar a más gente. Hemos visto que mucha gente recientemente nos ha descubierto y tenemos más de 5 años en redes sociales. Pedimos oren para que podamos servir a más hermanos e Iglesias en México, ofreciendo los mejores libros y los mejores autores.

Una manera práctica de ayudar al ministerio de Eliud es a través de este enlace, tanto la colaboración como el compartirlo será de gran ayuda.

Médico graduado de la Universidad Anáhuac Mayab. Director y Fundador de Enviados México. Maestro en Divinidad y Maestro en Estudios Teológicos, y por el Seminario Teológico Reformado de Charlotte, Carolina del Norte. Autor del libro “Santa Cena Virtual”. Ha publicado entradas en otros ministerios como Dios es Santo; y artículos oficiales en el Christian Research Institute. Pasión creciente por la Palabra, y pasión por Latinoamérica.

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