En los últimos artículos estuvimos aprendiendo algunos de los principios básicos de interpretación que debemos aplicar, si queremos estudiar correctamente los libros poéticos.
En estos siguientes escritos nos enfocaremos en el genero literario de la profecía bíblica, comenzando con algunas generalidades de estos libros.
Aspectos generales sobre los libros proféticos
- Los libros de los profetas componen la mayoría del Antiguo Testamento.
- Existen profetas mayores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel) y profetas menores (Oseas hasta Malaquías).
- Los profetas menores se llaman así porque estos libros son relativamente cortos, mientras que los mayores reciben ese nombre debido a que son más extensos. Estos términos, por lo tanto, no implican absolutamente nada acerca de la importancia del libro.
- Estos libros fueron escritos en el Israel antiguo aproximadamente entre 760 y 460 a.C., y contienen una colección vasta de mensajes de Dios para el pueblo israelita, como algunos para otras naciones.
- Los Profetas o Nevi’im eran hombres llamados por Dios a ese oficio, que anunciaban lo que el Señor les revelaba. Eran como embajadores del tribunal celestial, encargados de manifestar la soberana voluntad del Rey al pueblo de Israel. Esto explica las frases “así ha dicho Jehová”, “así dice el Señor” o “vino a mi palabra de Jehová diciendo”.
- Los Profetas también eran mediadores del pacto. Es decir, a través de ellos, Dios le recordaba al pueblo que, si guardaban la Ley, obtendrían bendiciones, pero si no, se les aplicaría el castigo anunciado en las estipulaciones del pacto.
- El hecho de que estas bendiciones como maldiciones estuvieran expuestas en los libros de la Ley (Lev.26, Deut.4 y Deut.28-32) muestra que, los profetas no inventaban las bendiciones ni las maldiciones que anunciaban. Por consiguiente, cuando uno lee las palabras de ellos, lo que lee no es nada verdaderamente nuevo, sino la esencia del mismo mensaje dado por Dios originalmente a través de Moisés. Por supuesto, la forma, estilo y estructura de la presentación del mensaje será distinto, pero eso no es lo mismo que iniciar un nuevo mensaje o cambiar el viejo. Como bien escribe el erudito Stuart: “Los Profetas no fueron inspirados para hacer mensajes ni anunciar nuevas doctrinas que no estuvieran ya contenidas en el pacto del Pentateuco.”
- Por último, los Profetas en varias ocasiones predecían, es decir, hablaban de eventos que para ellos estaban todavía en el futuro.
En el siguiente artículo observaremos las principales pautas de interpretación que debemos seguir para entender correctamente los textos proféticos.