En el artículo anterior observamos breves definiciones para los términos hermenéutica, exégesis y eiségesis. Además, presentamos tres principios básicos que debemos tener en cuanta si queremos acercarnos a las Sagradas Escrituras con reverencia y responsabilidad.
En este artículo terminaremos de presentar las pautas generales de la hermenéutica bíblica que han de seguirse si deseamos interpretar correctamente la palabra del Señor. Comencemos.
- La Biblia debe interpretarse como cualquier otro libro.
- Aunque las Escrituras son la palabra de Dios, debemos recordar que fueron escritas por hombres inspirados para ser leídas y entendidas por las personas. Esto significa que la Biblia es literatura y debe aplicársele los principios básicos de interpretación que se utilizarían en otros libros antiguos. R.C. Sproul comenta al respecto que: “para asuntos de interpretación la Biblia no se reviste de alguna magia especial que cambie sus patrones literarios básicos de interpretación…en la Biblia un verbo es un verbo y un nombre común es un nombre común, igual que en cualquier otro libro.” A continuación, algunas de esas pautas básicas de hermenéutica que aplican para cualquier otro libro antiguo, incluyendo la Biblia.
- El contexto histórico del autor y de la audiencia original debe tomarse en cuenta.
- Esto significa que debes, para interpretar responsablemente un pasaje, saber las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Quién es el autor del libro que estas estudiando y cuando lo escribió? ¿Cuál es su propósito al escribir su libro? ¿En qué circunstancias se encontraban sus lectores originales? ¿Quiénes eran? Algunas de las herramientas exegéticas donde podrás encontrar las respuestas son en las introducciones a la Biblia. Recomiendo para el estudio del A.T. el libro “Introducción al Antiguo Testamento” de Dillard y Longman y para el N.T. el libro titulado “Una introducción al Nuevo Testamento” de Carson y Moo. Las biblias de estudio como la de MacArthur y la Reformation Study Bible editada por R.C. Sproul son también buenos recursos que podrán darte respuestas breves a la preguntas de contexto histórico. Saber esta clase de información te ayudará a entender, por ejemplo, que 1ro y 2do de Reyes fueron escritos durante el periodo del exilio babilónico con la finalidad de que el pueblo entendiera que la razón de su cautiverio se debía a su desobediencia.
- Cada texto debe entenderse en su contexto literario.
- En otras palabras, al estudiar un pasaje debes entrar en contexto al leer no sólo los versículos antes y después del pasaje, sino también el capitulo donde encuentre el pasaje que se estudiara y si es posible el libro entero. Esto te librará de sacar textos fuera de su contexto literario y te acercará a tener una idea más clara y precisa de lo que el autor bíblico esta diciendo. Un ejemplo sencillo que muestra la importancia de esta clase de contexto lo podemos encontrar en Juan 1:14a que dice, y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. De manera que, si alguien quisiera saber que naturaleza tenía el Verbo antes hacerse hombre, uno no necesita inventar cosas, solo necesita regresar al v.1 y leer que el Verbo era una persona distinta al Padre pero eternamente consubstancial con El, es decir, que era Dios también. Por lo tanto, el Verbo antes de encarnase era parte de la Trinidad y después de su encarnación continuó siendo Dios como afirma el v.18: A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.
- Cada texto debe tratarse respetando su estilo literario.
- Este punto es muy importante ya que muchas veces, por no conocer el género literario del pasaje o las figura retóricas como la metáfora, el símil, la hipérbole, etc., el interprete saca conclusiones totalmente erradas. Por ejemplo, en Hechos 2:44-45 leemos que, todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. Para muchos, este texto está llamando a la Iglesia a que cuando haya necesidades entre ellos, vendan sus posesiones para suplir las carencias del pueblo. Sin embargo, esto no es lo que texto está enseñando. Cuando uno entiende que el género literario del libro de los Hechos es narración o historia, pronto se da cuenta que lo tenemos aquí no es una prescripción u ordenanza a hacer lo mismo, sino una descripción de lo que la Iglesia hizo en aquel entonces enseñándonos a nosotros el principio general de la generosidad y unidad entre la familia de la fe.
En el siguiente escrito, veremos algunos de los métodos hermenéuticos que se han utilizado a lo largo de la historia para después exponer el que consideramos es el método por excelencia al momento de hacer exégesis bíblica.