5 Abr 2020

Devocionales en Familia: Salmo 135

Por Pbro. Luis García

Alabemos a Nuestro Dios

  • Leamos la Biblia:

Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia que Dios nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento. Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo, 10 para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo, esto es, reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra.11 En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad, 12 a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria. 13 En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. 14 Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria (Efe.1:3-14 NVI).

  • Cantemos con gozo: Himno, “A Dios sea la gloria”

Estrofa 1: ¿Cómo agradecer lo que hizo el Señor por mí? Que, sin merecer, derramó su sangre carmesí; un coro de un millón de ángeles no expresará mi gratitud, Pues lo que soy y un día anhelo ser lo debo todo a él.

Coro: A Dios sea la gloria, a Dios sea la gloria, a Dios sea la gloria, por lo que hizo por mí. Con su sangre me ha salvado, su poder me ha salvado. A Dios sea la gloria por lo que hizo por mí.

Estrofa 2: Quiero vivir una vida que sea agradable sólo a él, y si ganare alguna fama, toda al Calvario la llevaré.

Coro: Con su sangre me ha salvado su poder me ha salvado, a Dios sea la gloria por lo que hizo por mí.

  • Reflexionemos en la Biblia: Salmo 135

Si te preguntaran por qué adoras a Dios, ¿cuál sería tu respuesta? Piénsalo bien… ¿Dirías que lo alabas por su poder y santidad? ¿Por su amor? ¿Porque ha hecho algo en tu vida? Honestamente, ¿por qué exaltas el nombre del Señor? Aunque no puedo escuchar tus respuestas, espero que este salmo pueda ayudarte a centrar tu adoración en las siguientes tres razones que salmista nos da para bendecir a nuestro Dios, no importando la situación en la que estemos viviendo.

  • Alaba al Señor porque él es el único Dios

Los versículos 1-2 y 19-21 llaman al pueblo del Señor a ofrecerle genuina adoración. Veamos como lo expresa el autor en los últimos versículos del este salmo. “Casa de Israel, bendecid a Jehová; casa de Aarón, bendecid a Jehová; casa de Leví, bendecid a Jehová; los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová. Desde Sion sea bendecido Jehová, quien mora en Jerusalén. Aleluya” (19-21).

Como podemos ver, nuestra adoración debe ser dirigida exclusivamente a Dios. Pero ¿por qué? “Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses…Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían” (5, 15-18).

A diferencia de lo que algunos piensan cuando leen estos versículos, en el Antiguo Cercano Oriente, no se creía que estas estatuas fueran dioses. La creencia en aquel entonces era que a través de cierto ritual, estas estatuas idolátricas se convertían en vehículos a través de los cuales los dioses (Baal, Moloc, Asera, entre muchos más) manifestaban su presencia a la gente. Por lo tanto, lo que el texto nos está diciendo es que las imágenes y estatuas que hacían los incrédulos eran representaciones visibles de sus deidades, y así como la estatua que no tenía vida, ni podía hacer nada, así eran los dioses a los que representaban. En otras palabras, eran falsas deidades. Por esta razón, el salmista llama a las personas a conocer y adorar al verdadero y único Dios. Como leemos también en otro salmo: “todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos. Alabanza y magnificencia delante de él; poder y gloria en su santuario” (96:5-6).

  • Alaba al Señor porque él es soberano

Nuestra adoración a Jehová no solo debe ser porque él es el Dios vivo y verdadero, sino también porque tiene dominio absoluto sobre el universo. El salmista nos enseña esto cuando escribe: “Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; hace los relámpagos para la lluvia; saca de sus depósitos los vientos” (6-7).

Con estas palabras, el salmista nos muestra que los israelitas no debían servir a Dios como una deidad con autoridad limitada al territorio de Israel. Más bien, debían adorarlo como el Dios y Señor de los cielos y la tierra. En otras palabras, el pueblo de Dios debía exaltar a su Señor por cuanto él es soberano sobre todo la creación. Por cierto, en aquellos tiempos, muchos paganos creían que la deidad que contralaba las nubes, los relámpagos y lluvia y, por lo tanto, la fertilidad de las tierras era Baal. En este salmo, el autor implícitamente corrige esa falsa creencia afirmando que todo lo anterior viene y es controlado, no por Baal, sino por el Creador, Jehová de los Ejércitos.

¿No crees que es maravilloso saber que alabamos y servimos a un Dios todopoderoso; a un Dios que gobierna con autoridad sobre su creación; a un Dios que hace todo lo quiere en este mundo de acuerdo con su sabia y soberana voluntad?

  • Alaba al Señor porque él es el buen redentor

En los versículos 3 y 4 encontramos estas palabras: Alabad a Jehová, porque él es bueno; cantad salmos a su nombre, porque él es benigno. Porque Jehová ha escogido a Jacob para sí, a Israel por posesión suya.”

El salmista nos ha mostrado que Dios es digno de alabanza debido a que él es el único y verdadero Señor que gobierna soberanamente sobre toda su creación. Pero, como hemos visto de los versículos anteriores, Dios también es digno de suprema alabanza porque en su bondad nos ha redimido para su gloria.

En este salmo vemos con mayor claridad el tema de la redención a través de los siguientes eventos: “Él es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto, desde el hombre hasta la bestia. Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, contra Faraón, y contra todos sus siervos. Destruyó a muchas naciones, y mató a reyes poderosos; a Sehón rey amorreo, a Og rey de Basán, y a todos los reyes de Canaán. Y dio la tierra de ellos en heredad, en heredad a Israel su pueblo (8-12).

No cabe duda de que el Dios de la Biblia no solo es el único Dios soberano, también es el salvador de su pueblo. Y así como los israelitas fueron redimidos por medio de la fe en Aquel que vendría, y cuyos eventos descritos arriba prefiguraban de su obra redentora, hoy nos gozamos de que Dios nos ha salvado por medio de Aquel que había sido prometido, el Señor Jesucristo. Apocalipsis nos enseña sobre esta salvación tan gloriosa mediante este cántico: “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra…Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos” (Apoc.5:9-10,13).

Por lo tanto, adoremos a Dios por su deidad única, por su incomparable soberanía y por su bondadosa salvación en Cristo.

  • Dialoguemos en grupo:

En tiempos de aflicción, ¿cómo te ayuda saber que sirves al Dios verdadero?

¿Cómo te consuela conocer que el Señor es soberano sobre toda su creación, incluyendo la presente pandemia?

Si en Cristo hemos sido salvados, ¿crees que algo o alguien pueda separarnos de su amor redentor?

  • Oremos en familia:

Pidamos para que Dios nos ayude a adorarlo por quien es El y por lo que ha hecho por nosotros

Roguemos que el Señor use las predicaciones que se publican en las redes sociales para traer a gente al arrepentimiento y la fe en Cristo.

Licenciado en Sagrada Teología del Seminario Teológico Presbiteriano San Pablo de Merida, Yucatan y profesor del mismo desde el 2015 en las areas de Biblia y Teología. Pastor ordenado por la Iglesia Nacional Presbiteriana de Mexico desde el 2015 y autor del libro Post tenebras, lux: Recobrando la doctrina reformada. Puedes seguir su contenido en https://www.facebook.com/SoliDeoGloria8/

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