El Testimonio de Asaf
Asaf escribió en el salmo 73:25 una importante y sincera declaración que muy pocos jóvenes de hoy podrían decir, él escribió: “¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra” (NTV).
Para este hombre sólo había alguien que llenaba todo en su ser, sólo existía alguien al cual él le ofrecía todo su amor y deseo. Y para nuestra sorpresa, ese alguien no era su familia, ni sus amigos, ni ninguna otra “cosa en la tierra.” Para Asaf, ese alguien era Dios, el Dios creador de los cielos y de la tierra.
¿Crees poder decir lo mismo que él? Tal vez pienses que sí (y puede ser), sin embargo, no te apresures en contestar, piénsalo bien y trata de responder si Dios es en realidad tu más grande deseo aquí en la tierra…
Si después de reflexionar has llegado a la conclusión, por obra de Dios, de que no amas al Señor por encima de todo, entonces eso quiere decir que hay algo a lo que sí amas y deseas con todas tus fuerzas, y puesto que no es Dios, entonces es un ídolo.
¿Qué es un Ídolo?
- Un ídolo es cualquier cosa en la creación (personas, actividades, ideas, prácticas religiosas, posesiones, poder, comodidad, aprobación, control) que es más fundamental, más importante y más valioso en tu vida que Dios.
- Un ídolo es cualquier cosa a la que tú le has dado la prioridad de tu vida.
- Un ídolo es todo aquello en lo que pones tu confianza más que en Dios. Es aquello que amas y deseas más que al Cristo de toda bondad y poder.
- Un ídolo es cualquier cosa que piensas que, si no lo tienes, no puedes ser feliz.
- Un ídolo es la raíz venenosa que produce frutos pecaminosos en tu vida.
Y uno de los ídolos más comunes entre los jóvenes es el ídolo del romance, o como ustedes lo llaman: “el amor.” Y aunque el romance o amor entre pareja es algo bueno, el poner esto como lo más valioso de la vida es pecaminoso. De hecho, puedo decir, sin temor alguno que, el aire que respiramos en la actualidad es un aire de un romanticismo tóxico e idólatra que pone “al amor” o a la pareja en el centro de la vida. Verdaderamente creo que muchos consideran el estar en una relación romántica como lo más fundamental en sus vidas, a tal grado que, si no están en una relación amorosa, su identidad se ve terriblemente afectada y comienzan a creer que su vida no vale nada y a sentirse solos y tristes porque no tienen a alguien a su lado. Cuando esto pasa, es un indicador claro de que tu dios no es el Dios de la biblia, sino el dios del amor y el romance.
De hecho, el mundo nos está vendiendo a través de muchas canciones esta idea de desear más el romance que al Dios que envió a su único Hijo por amor a nosotros y para la alabanza de su misericordia y gracia. Vean lo que la letra de las siguientes canciones dicen:
- Sin Bandera canta: “Entra en mi vida, te abro la puerta, sé que en tus brazos ya no habrá noches desiertas. Entra en mi vida, yo te lo ruego, te comencé por extrañar, pero empecé a necesitarte luego… Tú me hablaste, me tocaste y te volviste mi ilusión, quiero que seas dueña de mi corazón…sálvame ahora.”
- Reik canta: “Creo en ti y en este amor, que me ha vuelto indestructible, que detuvo mi caída libre…mi dolor se quedó kilómetros atrás y mis fantasmas hoy por fin están en paz. El pasado es un mal sueño que acabo, un incendio que en tus brazos se apagó. Cuando estaba a medio paso de caer, mis silencios se encontraron con tu voz, te seguí y reescribiste mi futuro. Es aquí mi único lugar seguro.”
Como puedes ver, ambas canciones exaltan el amor de pareja como lo más fundamental e importante en la vida de las personas. Sin embargo, esto no es verdad. Así que no te dejes engañar por el mundo cuando te dice que necesitas de una pareja para ser feliz. La verdad es que NO necesitas del amor de nadie en esta tierra para tener paz, seguridad o verdadera felicidad. Lo único que necesitas es el amor de Dios; es recordar y descansar gozosa y confiadamente en Aquel que vino para dar salvación y un verdadero sentido a la vida.
Conclusión
Pablo escribe lo siguiente: “Cuando Cristo, quien es la vida de ustedes, sea revelado a todo el mundo, ustedes participarán de toda su gloria” (Colosenses 3:4, NTV).
Joven, si ya eres creyente en Cristo y te has desviado anhelando más una relación romántica que a tu Salvador, debes recordar que nadie debe ser el centro de tu vida, excepto Cristo, quien se hizo hombre para darnos vida eterna y una nueva identidad como hijos de Dios. Por lo tanto, no necesitas de una muchacha o muchacho para estar completo. !Ya tienes al Rey y con él lo tienes todo! Así que, si has estado idolatrado el romance es momento de arrepentirte; es momento de volverte a Dios con todo tu corazón y comenzar, con la ayuda de su Espíritu, a desearlo “más que cualquier cosa en la tierra” (Salmo 73:25, NTV).